domingo, 14 de septiembre de 2008

CUANDO SE EXTRAÑA A LA REALEZA



Se nos fue el “Marqués­”



El viernes por la noche, a los 71 años, dejó de existir el Marqués Rubén Sosa, un delantero exquisito, goleador y experto cabeceador que brilló en el Racing Club y jugó para el seleccionado argentino en el Mundial de Chile.­
Un problema de diabetes complicó la salud del estelar delantero, pero sus riñones finalmente perdieron la batalla.
Rubén Héctor Sosa, fue campeón con Racing en 1958, año en que llegó al club, y 1961. Con la celeste y blanca disputó 151 partidos y anotó 82 goles hasta el 64.
Fue goleador del equipo en 1959, 1960 y 1962, justo cuando no se lograron los títulos, aunque en cada uno de los logros marcó 11 tantos. En la Selección jugó 18 y anotó 11 veces, incluidos dos Sudamericanos y un Mundial, el de Chile 1962.
Era un futbolista elegante, fino, que se ganó el apodo de Marqués porque parec¡a de la realeza dentro del campo de juego.
Había nacido el 14 de noviembre de 1936 y luego de jugar en Platense llegó a Racing en 1958. Además de su técnica con el pie, su cabezazo es uno de los más recordados en la historia de la Academia, con un poder para anticipar a defensores y trasformar su frente en un botín.­
Quizás la delantera académica que mejor sale de memoria es la que integró en esa época brillante del club junto a Corbatta, Pizzuti, Mansilla y Belén.
El astro se fue de Racing en 1964 para pasar a Cerro y luego Nacional de Montevideo. Allí formó otra delantera histórica del fútbol sudamericano con el brasileño Celio Taveira.­
El Marqués siguió dando espectáculo. Tanto que fue a Estados Unidos una temporada a mostrar su talento para enseñar lo que es jugar al fútbol.­
Regresó en 1968 para actuar en Flandria junto a su amigo e ídolo Mansilla. Sus otros referentes fueron Corbatta, Belén y Pelé, a quien enfrentó en el famoso amistoso de septiembre de 1961 entre Racing y Santos.­

Murió el Marqués, un grande, a quien en estas épocas de fúbol brusco, violento y sin talento ya se extrañaba hace tiempo.
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